Y cuidado con el value en los próximos meses….

En casi todos los aspectos de la vida el equilibrio es la clave para un buen desempeño además del beneficio de una mayor predictibilidad en los resultados.  En la inversión también.  En el caso de la inversión bursátil existe una clasificación de estilos, archiconocida para el que no es neófito, que se divide en valor (“value”) y crecimiento (“growth”).  El tercer (no) estilo sería mezcla o mixto (“blended”) y serían estrategias de inversión que no se adscriben a ninguno de los dos estilos anteriores, concretándose en carteras de acciones que mezclan ambos.

El estilo growth sería aquel que busca invertir en compañías con crecimientos de negocio y beneficios superiores a la media, y el estilo valor, mucho más conocido en España por la popularidad de varios gestores que prosperaron durante años a su calor, sería el que busca comprar acciones de compañías infravaloradas o no reconocidas adecuadamente por el mercado y que normalmente se encuentra reflejado en unos precios bajos o baratos.  Comprar barato se entiende como pagar un precio en proporción al beneficio (ratio PER) o las ventas de las compañías bajo y cuyo verdadero valor no está siendo apreciado por el resto del mercado.

Llevado al extremo simple sería comprar barato algo que en realidad vale mucho más.  La sencillez del argumento o tesis de inversión seguramente está detrás de su éxito. También el hecho de que este estilo tuvo un mejor desempeño durante muchos años.  Sin embargo, si tomamos periodos ya muy considerables como los 10 y 15 años el llamado estilo crecimiento habría superado ampliamente al estilo valor.  De hecho, a lo largo de la historia bursátil desde que hay estilos claramente definidos y seguimiento de los mismos (principios de los setenta del siglo pasado en Estados Unidos) ha habido alternancia.  Estadísticamente no hay suficientes datos para afirmar que uno es superior al otro.

Gráfico. Diferencial rentabilidades anuales MSCI World Growth vs Value 1998-2019

En la práctica la única certeza es que si compramos acciones de compañías con rentabilidades elevadas que son capaces de crecer sus negocios y beneficios en el tiempo ganaremos bastante o mucho dinero.  Si además compramos a unos precios ajustados probablemente nos haremos ricos si hemos invertido el suficiente patrimonio.  El problema es que vivimos en un mercado muy eficiente con miles de profesionales extraordinariamente cualificados y experimentados persiguiendo exactamente eso.  El resultado es que se convierte en poco o nada probable ni predecible identificar de forma previa dichos ganadores y en particular hacerlo a un precio de ganga.

Por el contrario, lo que sí es predecible es que si nos compramos el conjunto o buena parte de todas las compañías cotizadas en bolsa a nivel mundial estaremos comprando una rentabilidad positiva (incluyendo dividendos) y un crecimiento de esa rentabilidad en el tiempo.  No hay periodo de excepción relevante desde que hay mercados bursátiles organizados (1870s en Estados Unidos).  Si además no pagamos costes o comisiones elevados por ello estaremos obteniendo dichas rentabilidades.  Justamente eso es el Plan de Pensiones SMART Bolsa Mundial y el índice que sigue, el MSCI World.

Cuidado con el “value” en los próximos meses….

Este año el estilo valor ha disfrutado de una cierta resurrección que ha llevado a bastantes de estos fondos a registrar rentabilidades abultadas de más del 20% y 30% en algunos casos.  Las fotos a plazos de tres, cinco y más años siguen siendo muy desfavorables, pero se observan muchos comentarios, literatura y debate en torno a si estamos ante un cambio de tendencia que pueda tener persistencia en el tiempo.  Desgraciadamente desconocemos la respuesta a dicho dilema como no podría ser de otra manera.

Sin embargo, sí podemos afirmar, con una probabilidad de que suceda que estimamos alta, que hayamos entrado en una desaceleración cíclica del crecimiento de la actividad industrial (ver índices ECRI).  Ello se hará crecientemente evidente y asociado a ello habríamos entrado ya en un ciclo de caída del precio de las materias primas industriales, que han tenido un comportamiento estelar en el último año.

Gráfico: Inflación Precios Materias Primas. Enero 2020 – Julio 2021

La derivada bursátil es que probablemente las acciones de las compañías más cíclicas, de carácter industrial y particularmente asociadas a las materias primas, sufrirán.  Un considerable número de los fondos de estilo valor más populares y que mejor desempeño han tenido en el año están fuertemente expuestos a dichos sectores.

¿GROWTH O VALUE? EQUILIBRADO